Aunque existe una gran variedad de plásticos, generalmente se destacan seis tipos por su uso e importancia, conocidos como los "seis grandes".

Todos ellos son polímeros termoplásticos, lo que significa que pueden fundirse y moldearse varias veces, ya que se ablandan al aumentar la temperatura y, al bajar esta, mantienen la forma deseada. Cada tipo tiene propiedades específicas que determinan su utilidad, pero una característica común y clave es su durabilidad, que si bien resulta beneficiosa en algunos casos, plantea problemas ambientales. Esta durabilidad significa que los plásticos pueden tardar cientos de años en descomponerse, generando residuos persistentes.

Una ventaja interesante de los "seis grandes" (y otros plásticos) es su potencial para ser reciclados. Sin embargo, debido a sus diferentes estructuras químicas, no todos se reciclan de la misma manera ni en las mismas condiciones. Para facilitar este proceso, se ha implementado el Código de Identificación de Resinas (RIC), desarrollado por la Sociedad Americana para Pruebas y Materiales (ASTM), que permite identificar la composición de los plásticos y optimizar su reciclaje.

A continuación, observa una tabla que incluye los seis grandes plásticos, así como una categoría adicional denominada "Otros (7)", en la que se detallan el nombre, las propiedades y los usos más comunes de cada uno.